Al igual que los paneles solares y las turbinas eólicas, el precio de las baterías de iones de litio se ha desplomado a lo largo de este siglo. Un estudio realizado en marzo estima que el coste se ha reducido un 97% en todo el mundo desde su introducción en 1991.
Ahora, el mismo equipo de investigadores ha tratado de explicar por qué el precio ha bajado tanto. En la publicación de sus resultados en Energy and Environmental Science "Determinants of lithium-ion technology cost decline", afirman que la investigación y el desarrollo (I+D), sobre todo en química y ciencia de los materiales, ha sido el principal factor de descenso del precio de las baterías.
Los investigadores, que trabajan en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE.UU.), examinaron una serie de documentos financieros y científicos de los últimos 30 años. "Hemos examinado artículos académicos, informes industriales y gubernamentales, comunicados de prensa y hojas de especificaciones. Incluso miramos algunos expedientes legales que se publicaron. Tuvimos que reunir datos de muchas fuentes diferentes para hacernos una idea de lo que estaba ocurriendo".
En total, según Ziegler, los investigadores recogieron "unos 15.000 puntos de datos cualitativos y cuantitativos, a través de 1.000 registros individuales de aproximadamente 280 referencias".
Los investigadores ya habían utilizado este método para examinar la caída del precio de las células solares y el aumento de los costes de la energía nuclear.
"Calculamos que la mayor parte del descenso de los costes, más del 50%, procede de actividades relacionadas con la investigación y el desarrollo", afirma la coautora, la profesora Jessika Trancik. La investigación contribuyó a mejorar diferentes aspectos del panorama del ión-litio, como los sistemas de fabricación, las cadenas de suministro y el diseño de las propias baterías. "La mejora de los costes fue el resultado de una serie de esfuerzos y de muchas personas, y no del trabajo de unos pocos", afirma Trancik.
"La contribución de la I+D no terminó cuando comenzó la comercialización. De hecho, sigue siendo la que más contribuye a la reducción de costes", añade Ziegler. Los investigadores afirman que aún queda mucho por mejorar en las baterías de iones de litio; este trabajo podría ayudar a orientar los próximos lugares en los que invertir. "¿Qué cosas podrían hacer los distintos responsables?", se pregunta Trancik.
"¿Qué decisiones pueden tomar para mejorar la tecnología? [Esto es importante en el caso de las tecnologías de baja emisión de carbono, donde buscamos soluciones al cambio climático y tenemos tiempo y recursos limitados".
"El nuevo enfoque nos permite ser potencialmente un poco más intencionales sobre dónde hacemos esas inversiones de tiempo y dinero".
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